domingo, junio 29, 2008

Era


todo era de un color neutral
la noche
el agua
el beso

todo era de un sonido lento
el jueves
el despertar
las manos

todo
o casi todo
era de un rubor ajeno
las compañías
los viajes
el soplo con que una mujer
dice
soy
viajo
nombro

todo
obedecía
a ritos de olvidados
a conjeturas de ciegos
a gestas casuales con
equivocados y dispuestos

oscurecía en mi nombre
como en una ciudad sitiada por los pájaros

estaba solo
en medio de una tarde
gustando de ver lloviznar
como llorito de un animal de la niebla...

todo era
el sueño de un penitente
el pasado de un verdor
el misterio de unos ojos...

en uno de esos cuadros
se ve partir hacia la nada
mi última pregunta

están tus mejillas allí...
con luna de candela
y señal
otra señal
de que los tiempos son para si
puertos de luz

tu presencia
no detiene el paso de las horas
pero cambia mi mundo

como un beso
la velocidad de la sangre
como una mano
el latido de la otra...

como un dulce miedo de quererte
cambia
el azul de la palabra ayer
por el rojo de la palabra todavía.../


Pablo Dumit

En la fecha


Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
de veras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general te habías ido.

Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora,
y él sentía tirones detrás del corazón.

A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, andá a saber por qué,toda la parentela de la muerte.


Juan Gelman

Oración para un extranjero


Lluvia, somos dos extranjeros,
mi nombre como el tuyo
es una travesía,
un deambular por puertas
cerradas para siempre.

La gente entra en mi sueño
como por otra casa
y tus breves colores se
deshacen contra el olvido,
pero ya lo sabemos,
no hay nada que tratar con su
navaja,
nada que preguntar en sus
regiones.

Lluvia
somos dos extranjeros,nos separa una herida.


Jorge Boccanera

Ella


Viene despacio
entra
tropieza con mi tos
con mi costumbre de dejar la nuca
en cualquier parte
viene despacio
ordena mis silencios
desata las palabras necesarias
recibe la correspondencia de mis ojos
viene despacio
a tender sus manteles de ternura
viene despacio
apenas hecha humo para no despertarme
se abre paso entre vasos arrojados al día
retratos de mujeres
noches de bronca y noches de ginebra
viene despacio
con su enchape celeste subiéndose a mis mástiles
viene despacio
entra
se arrodilla al borde de mi alma
y junta los fragmentos de mi risadespués... se vuela azul como la tarde.


Jorge Boccanera

El juego en que andamos


Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

Juan Gelman

Arte poética


Entre tantos oficios ejerzo este que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día y de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catátrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.

Nunca fuí el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

Juan Gelman